LA CULPA ES DE KAKA' - FRANCESC ESCRIBANO

Il presidente del Consiglio Silvio Berlusconi. ©Luciano del Castillo

Tratto dal quotidiano EL PERIODICO del 12 giugno 2009
http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=620571&idseccio_PK=1006&h=

FRANCESC Escribano

Tengo una sobredosis de Berlusconi. Estoy harto de ver su cabeza colgada de las farolas. Harto de imaginarlo tomando el sol en Villa Certosa entre barrigas venerables y tangas y toples juveniles. Harto de ver la cara de besugo de su amiga Noemi Letizia, la última vez cuando la policía tuvo que cerrar un colegio electoral para que pudiese votar tranquila. Harto de escuchar sus chistes sin gracia dichos en el momento más inadecuado y de la forma más inoportuna. Harto de su comportamiento en la final de Roma que ganó el Barça. Harto de sus exhibiciones de riqueza, poder e impunidad. Harto del tinte de su pelo y del botox con el que, presumiblemente, intenta detener el paso inexorable del tiempo.
Pero una cosa es el sentimiento que despierta en mí Il Cavaliere y otra totalmente diferente, según los últimos resultados electorales, es lo que piensan de ello los italianos. O la mayoría del electorado italiano. No sé cómo lo hace, pero Berlusconi siempre gana. Ya puede hacerlas y soltarlas como la copa de un pino. Como si nada. Ya puede haber sospechas públicas, notorias y fundamentadas sobre la forma en que ha llegado al poder y ha levantado su imperio. No parece que importe mucho. Para comprender el porqué, a veces una viñeta vale más que mil artículos. Ferreres dibujaba el otro día un Cavaliere exultante, bañándose en la piscina con unas velinas, diciendo que la gente vota a los más golfos porque todos quieren vivir como ellos. Seguramente esto explica el éxito en parte. Solo en parte. Berlusconi, que empezó como músico de crucero y que ahora es el rey de la televisión europea, domina las leyes del espectáculo como nadie. Sin pudor y sin rubor, sabe cuándo y cómo desviar la atención. Por ello cada vez enerva más a sus críticos y agrada más a sus fieles. Como en su última victoria electoral ha sufrido un leve retroceso, sentía curiosidad por saber cuál sería su análisis después de los últimos escándalos. Pues bien, según Berlusconi, la culpa es del fichaje de Kaká, que dejará su Milan para ir al Real Madrid. Mira por dónde, ahora, además, también empiezo a estar harto de Kaká.